viernes, 21 de junio de 2013

CHAMPETESBURGO.


O dhai dhin na jawani naal chaldi
Inderjeet Hasanpuri – Trafassi: “El Giovanny”

Luego de una cálida, de una sosegada siesta,
de sonrientes sueños preñados de danzantes arreboles,
despierta uno con el deseo ferviente de hacerse atardecer:
¡El más bello atardecer de los atardeceres!

Se despereza uno saltando de su hamaca, calzándose sus abarcas:
Baten las alas los pegasos en su muelle,
bosteza con uno la virgen en su ciénaga,
y, extendiendo los brazos, hendiendo el firmamento,

desde La Popa hasta El Cabrero, de Manga a Marbella,
acaricia uno al príncipe Benkos insurrecto en Palenque,
al padre Claver y a la madre Bernarda en su convento y en su clínica,
la luenga y eterna melena de Sierva María sobreviviente a sus demonios.

Se emperifolla uno ensayando frente al espejo el meneo y las fragancias,
los aceites y los pulimientos de los negros del Pie de la Popa,
sintonizando radio gozambike, su despeluque champetú
/que todo lo troca y estremece…
¡Trompadas limpias del Kid y Rocky voceando en un lodazal de Bazurto!


Bajando el puente de Chambacú, rodeando el guayuco de Catalina, Calamarí,
se encuentra uno a Raúl, erótico, fuerte, dios corazón de mango,
pescando barracudas, espantando mariamulatas por la media luna,
entonando en Getsemaní las coplas del reino errante de García Usta.

Blas, el Teso, frente a los mismos baluartes de sus mocedades conversa con Petaca,
aunando sus míticas descargas frente a Drake y su caterva de malandrines. Gimen
paisanos de Olaya, Daniel Lemaitre y el Pozón, mendigando,  eludiendo miserias, demencias, triquiñuelas y mil corrupciones en los sépticos zaguanes del San Pablo.

Se mira uno al fondo del baptisterio de la catedral de Santa Catalina,
se ajusta sus zapatos viejos frente a la media mandarina del sol,
despeñándose, deshaciéndose en espumarajos acompasados tras las bóvedas,
estremeciéndose con el rugido de los tambores que llaman al bembé.

Terminando el día, comenzando la noche, atardeciéndose,
se mece uno al compás de la verbena y la cumbiamba,
en Cartagena de Indias, La Heroica Champetesburgo,
de piratas, alcaldes, virreyes y diputados, ¡todos asaltantes!

Este es el poema



LUIS CARLOS RAMIREZ LASCARRO. 

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