
HECTOR ESCOBAR.
Con admiración y respeto,
Aunque mi alma, no tenga precio.
Y que decir a tu oscuro verso
De poeta exótico, de soneto mirifico
Al leer tus rimas, torneadas de excesos
Como Satán agónico, cual Baudelaire prolífico
Y tu vozarrón de volcán tranquilo
Que estalla en agudas apotegmicas sentencias.
Y tú presencia azufrada en un salón festivo
Habla de herejías, de brujos idílicos…de eximios estetas
Oh tu, mago del silogismo prohibido
Escribiendo sonetos advocaciones oscuras
Convocando divinos demonios henchidos
Dando albur a su más refinada locura
Eres, Héctor, maestro venido
De las cavernas lumínicas de un Satán vencido.
MIGUEL ANGEL RUBIO
No hay comentarios:
Publicar un comentario