domingo, 12 de mayo de 2013

¡ESCUCHEN!

¡Escuchen¡
Si se encienden las estrellas
¿no sera por que alguien las precisa?
¿no sera por que alguien desea que existan?
¿No sera por que alguien llama perlas esos diminutos escupitajos?

Y, sollozando inconteniblemente,
entre la ventisca y el polvo del mediodía,
irrumpe en el lugar donde esta Dios,
temiendo haber llegado tarde
llora,
besa su mano robusta,
y le implora
!que siempre haya una estrella¡
y jura
que no soportaría el tormento de vivir sin ellas

y después
se paseara alarmado
aunque sereno en apariencia.
y preguntara a un amigo:

¿No te sientes mejor ahora?
¿Verdad que ya no temes?
¡¿No es cierto?!
¡Escuchen!
Si se encienden
las estrellas
¿No sera por que alguien lo necesita?
¿No sera por que es indispensable,
para que cada tarde,
sobre los tejados
se encienda al menos una?


VLADIMIR MAIAKOVSKI 







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