miércoles, 7 de diciembre de 2011

SOBRE UN ENCUENTRO AL ABRIR TU PUERTA.

Tu puerta es cómplice
De ese nervio disimulado

Nos enseña los protocolos
Las formas de la cortesía

Tu puerta, me reveló
Entre muchas las cosas más ocultas

Es experta por ejemplo
En artes de seducción

Delata hasta la más simple
De las inocencias

Tu puerta es una vieja chismosa
Que te hace temblar la voz

Te mira con el dedo acusador de su chapa
Y te intimida mientras saludas

Tu puerta, cerrada
Espera paciente la llegada

Tu puerta abierta
Es una carcajada de luz

Pues quien abre
Y quien entra, en esa línea separada
(Su mínimo pero brutal terreno)
Son dos hormigas vulnerables
Que saben que la puerta sabe

Tu puerta le cuenta a las ventanas
Y las ventanas a las camas
Y las camas a las paredes
Y las paredes oyen

mientras tanto
Yo solo puedo retener
Tu cabello suelto
Tu falda,
Tu voz nerviosa
Mi cara de imbécil
Y la risa macabra de
Una puerta color café.

MIGUEL ANGEL RUBIO

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