pide caminos
aire
quiere temblar en fruto
suspenderse
pide un cuerpo abonable
pide un labio
pide comer y ser comido
quiere
entrabarse y gemir con ramas duras.
Gime por ser
quiere temblar
sentirse
palparse desde dentro
saberse entre las cosas respirando.
Quiere el viento y el ala
quiere el día
quiere el follaje de su fuerza obscura
brillando entre la luz hoja por hoja.
Es vegetal por eso:
por su destino de tiniebla y cielo
porque rompe y emerge
porque sube
porque la muerte sufre con su anhelo.
HECTOR ROJAS HERAZO.
Es un delirio de pasión.
ResponderEliminarSi el deseo gime por él mismo es egoísta.
Luego pienso que en el sexo los deseos de ambas se unen en un universo paralelo.
Entre miradas y bocas mojadas, entre hombros arañados y frentes sudadas.
El deseo no es más que un tipo de pesadilla dónde nos metemos y no sabemos salir de ello, a menudo nos va de las manos y morimos con las bocas secas.